Para practicar lectura con el tipo de letra que te resulte más fácil
Dia de justicia
¡Taaaaabi, Tabi, Tabi Tabi! ¡Taaaaaabi, Tabi, Tabi ,Taaaabi!
¿Donde está mi perrita pechocha? ¿Donde esta?
¡Acataaaaá! ¡Que bunita, mi pichichita! ¿Quién es la pichichita más
bunita de la casa? Venga acá, al rinconcito. No se me moje las patitas, que se me va a resfriar, ¿No ve que estoy
baldeando? ¿Escuchó lo que le dije? ¿Qué le dije? A ver, repita conmigo lo que
dije. Que venga para acá, le dije, y que
estoy baldeando.
Ah, picarona! ¿Por qué me mira así? Quietita en el rincón ¿me entendió?,
¿es sordita?, ¿hablo en chino? Levante las patitas No, dos patitas solamente
no: levante las cuatro patitas para que yo pueda pasar la escoba debajo.
Quédese así. Un minuto y termino. ¿Conoce el cuento de la perrita obediente que
recibió un rico postre? Se lo cuento. Bla, bla, bla, bla, bla. ¡Nooooo, mamita,
nooooo, no se mueva! ¿Quiere que me enoje? Dije un minuto, nomás. A ver,
cuente. ¿Cuánto es un minuto? ¿Cuántos segundos caben en un minuto...?
Tabita la escuchaba,
hace años que la escuchaba.
Piensa que llegó el día. Le va a contestar en
perfecto castellano solo para ver qué responde
Ema Wolf (en Perros complicados. © Loqueleo. 2018)
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